Fútbol y Visión

Uno de los deportes que más se practica en el mundo (tanto a nivel profesional como amateur) y que más competitividad levanta es sin duda el fútbol. El fútbol es un deporte de equipo que se caracteriza por la utilización de los pies, y a veces de otras partes del cuerpo, para dirigir, golpear y manejar un balón.Pero en esta práctica no solo entran en juego las capacidades físicas del jugador, sino que el sistema visual también adquiere un gran papel, ya que el 80% de la información que el jugador recibe viene dada por la vista.De modo que cualquier problema visual repercutirá en el rendimiento del deportista. En palabras de García Manso y cols. (2003), “la visión constituye una herramienta de enorme importancia en la práctica deportiva, por lo que su educación debe ocupar un apartado especial en el entrenamiento del deportista, fundamentalmente cuando las tareas a realizar son abiertas”. El tamaño del balón y las dimensiones del campo hacen que el fútbol no exija una información visual muy diferenciada, por lo que una agudeza visual de 4/10 o 5/10 es suficiente. Pero hay otras habilidades visuales que si juegan un papel muy importante en este deporte, que son susceptibles de mejora y que pueden ayudar a aumentar el rendimiento del jugador.

  • Motilidad ocular: permite fijar bien el objetivo, haciendo que el ojo se mueva para que el objeto caiga en la zona central de la retina. Esto es importante en situaciones con objetos estáticos como la portería o el balón en un lanzamiento de penalti. Cuando el esférico está en movimiento entraran en juego los movimientos de seguimiento o capacidad de persecución, que permitirá calcular las trayectorias y velocidades del balón, del receptor y poder ejecutar los fundamentos técnico-tácticos correctamente.
  • Flexibilidad focal o acomodativa: permite variar el enfoque de los objetivos de visión lejana a visión próxima y viceversa sin experimentar visión borrosa. En el fútbol el enfoque cerca-lejos viene determinado por la posición del balón (objeto a los pies por lo tanto cercano) y la necesidad de pasárselo a un compañero que se encuentra a media o larga distancia. El enfoque lejos-cerca estaría definido por la situación contraria, en la que un jugador que no está en posición del balón está enfocando al compañero que si lo tiene y cuando este se lo pasa debe cambiar rápidamente el punto de focalización para percibir nítido cuando tiene el balón a los pies
  • Flexibilidad de fusión y estereopsis: hará posible la percepción de profundidad y ayudarán a la localización exacta del balón, los compañeros y los oponentes en el terreno de juego. Estas capacidades también están relacionadas con la fuerza y dirección que se debe aportar a la pelota en las diferentes situaciones de juego.

  • Tiempo de reacción visual: posibilita una rápida percepción y decisión para actuar ante los estímulos. Permite prever donde estará un objeto en movimiento en un futuro cercano.
  • Visión periférica: es la habilidad de localizar, reconocer y responder a la información en las distintas áreas del campo visual alrededor del objeto sobre el cual se fija la atención. Cuanto mayor sea la visión periférica mayor será la rapidez del jugador ante  los estímulos.

Estas son solo algunas de las habilidades visuales que se pueden entrenar gracias a la visión deportiva, y que pueden ayudar a que el futbolista alcance un mejor rendimiento deportivo. 😉

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