Hoy queremos hablar sobre expresiones como estas que escuchamos a menudo y que mucha gente cree que son ciertas, pero que no lo son.
Cuando tenemos algún tipo de ametropía y no utilizamos las gafas,estamos sometiendo a nuestros ojos a un esfuerzo inútil para lograr enfocar la imagen nítidamente, cosa que será imposible, ya que nuestra ametropía (miopía, hipermetropía,astigmatismo…) nos lo impide. Las gafas corrigen esta ametropía haciendo que la imagen se enfoque en la retina, llevando a nuestros ojos a un estado de relajación. Cuando quitamos las gafas los ojos tienen que volver a un estado de“estrés” para intentar corregir el defecto visual.
Otro comportamiento común, es el de no querer usar las gafas, pensando que el hecho de usarlas hará que nuestro problema visual empeore. Esto ocurre sobre todo en pacientes con presbicia o vista cansada, pero como ya explicamos en un post anterior, este defecto visual es un problema que aparece como consecuencia de la edad. Con el tiempo, el cristalino (lente natural del ojo que nos permite enfocar) pierde flexibilidad y no podemos enfocar objetos cercanos; tanto si usas gafa para corregirla como si no la usas la vista cansada aparece y es para quedarse.
Por lo tanto, el uso de las gafas no hace que nuestros ojos se hagan vagos o pierdan visión más rápido, simplemente ayudan a corregir un problema visual que nuestro organismo no puede solucionar sin ayuda. Si pasamos varios días sin usar la corrección óptica los ojos vuelven a su estado de estrés y volveremos a percibir las imágenes borrosas tal y como las veíamos antes de usar las gafas. Además, el hecho de no usar las gafas puede estar relacionado con problemas como fatiga y picor ocular, dolores de cabeza, mareos, etc.