La visión es un proceso sensoriomotor por el cual son percibidos los objetos del medio que nos rodea¹. Todos los objetos emiten o reflejan radiaciones de luz, que hacen posible que nuestros ojos los detecten.
La luz, proyectada por los diferentes objetos, entra en el ojo a través la córnea, la cual hace que los rayos de luz converjan. Esta luz es controlada por el iris y la pupila, que determinan, la cantidad de luz que pasará al cristalino.
El cristalino, junto con los músculos ciliares, se encarga del correcto enfoque de los rayos sobre la retina. La luz llega a la retina provocando la excitación de sus células receptoras, que transforman las ondas luminosas en estímulos eléctricos para que puedan ser transportados hasta la corteza cerebral.
Las células receptoras de la retina son los conos y los bastones, que se ubican en la zona central y en la periferia de la retina, y son responsables de visión periférica y amplitud de campo visual.
Los conos están ubicados principalmente en la fóvea (zona central de la retina), detectan la forma y el color, y son responsables de la visión diurna. Existen tres tipos de conos diferentes, en función del pigmento que poseen y que son específicos a los colores rojo, verde y azul. Es decir, cada uno es sensible a distintas longitudes de onda. Los demás colores se forman dependiendo del porcentaje de estimulación de cada uno de los tipos de conos; por ejemplo, si una luz estimula 90% de conos rojos, 42% conos verdes y 0% conos azules el cerebro interpretará el color naranja².
Por lo contrario, los bastones, están situados en la periferia de la retina y solo existe un tipo de ellos. Funcionan con luz débil y en la oscuridad, por lo que intervienen en la visión nocturna³.
Los impulsos nerviosos producidos por las células de la retina llegan al cerebro, que transforma los rayos de luz que entran por nuestros y hace que veamos los objetos tal y como los percibimos.
Pero la visión no es solo un proceso sensoriomotor a través del cual se transforman rayos de luz en imágenes, la visión es también un conjunto de habilidades que el ser humano no solo hereda a través de la genética, sino que también puede aprender, entrenar y reeducar para mejorar su rendimiento.
“La visión es la forma que tiene el cerebro de tocar el mundo”
Merleu Ponti
- Guyton A. Tratado de fisiología médica. Madrid: Interamericana; 1981.
- Castelo J. Fútbol. Zaragoza: INDE; 1999.
- Sánchez-Ramos C. Bases fisiológicas del sistema visual implicadas en la práctica del deporte. Apuntes de Salud visual y deporte. Universidad Complutense de Madrid. Madrid; 2014/15.
- Gilman G. Behavioral Optometry. Quincy, California: Paradox Publishing; 1988.