Todos tenemos algún sueño en la vida que queremos alcanzar y que nos lleva a esforzamos día a día con el fin de conseguirlo. Esos objetivos son los que nos empujan a seguir, a trabajar duramente para superarnos a nosotros mismos y conseguir nuestra mejor versión.
No es un camino de rosas, te encontrarás con situaciones difíciles, retos que crees que no puedes superar, personas que intentarán frenar tú progreso; pero no debes dejar que todo esto te pare, sigue luchando porque lo único que puede ponerte límites eres tú.
En mi caso, tengo que reconocer que soy bastante cabezota y persistente hasta que logro alcanzar mis objetivos, pero también tengo la suerte de contar con gente que siempre está ahí apoyándome y dándome alas para seguir avanzando; gente que sin ella no estaría dónde estoy. Porque si me preguntasen hace un año cuáles eran mis metas en la vida debo confesar que Neovisióm no era uno de mis sueños a corto plazo. Mi principal propósito era, y es, trabajar duro y formarme lo máximo posible como profesional para ofrecerle a todos los pacientes la atención que se merecen y con el tiempo abrir mi propio centro. Pero la vida da muchas vueltas y me ha brindado la oportunidad de adelantar acontecimientos creando este centro mucho antes de lo previsto, donde podré seguir creciendo como profesional y sobre todo como persona.
Así que entre ilusión y nervios empiezo esta aventura esperando poder ayudar a alcanzar los objetivos de todas aquellas personas que tienen alguna diversidad visual o desean mejorar su rendimiento deportivo, académico o profesional.
